Return to flip book view
Escuchar graznidos:
Ampliar imagen:
En el contexto global, cada vez más cobra importancia la valoración y difusión de temas relacionados con la ecología, la biodiversidad y la conservación, ya que la salvaguarda de nuestro planeta representa una prioridad tanto a nivel mundial como continental, nacional, estatal y local.
Para afrontar el escenario de riesgo en el que nos encontramos como especie, se deben establecer leyes, planes, acciones y estrategias que abonen —sí, de “abonar”, de preparar el terreno para que brinde frutos de valor— a favor del conocimiento, la valoración y el cuidado de la naturaleza y de la biodiversidad de especies animales y vegetales con que cuenta nuestro planeta. Es tarea de todos los gobiernos, sociedades, instancias privadas y seres humanos, el conocer y divulgar los temas relacionados con la naturaleza, el medio ambiente y el patrimonio biodiverso, creando procesos de protección y sensibilización que contribuyan a salvar la vida y todas sus formas existentes en la Tierra.
Los temas relacionados con riqueza natural, biodiversidad, ecología y conservación, entre otros, conforman un conjunto de saberes y de enfoques que integran un campo de conocimiento esencial para la humanidad de nuestros días. Por ello, la información necesaria a este respecto debe generarse y circular de la manera más amplia y consistente posible, para ayudar a que se incremente la apreciación de la riqueza natural y de su resguardo. La especie humana es la responsable de la disminución y pauperización del patrimonio natural, pero también quienes integramos tal especie somos los únicos seres que podemos revertir ese
P. opuesta: Las mariposas cola de golondrina azul (Battus philenor) usan toxinas como defensa.
P. opuesta: La floración del cardenche (Cylindropuntia imbricata) ocurre de abril a julio.
proceso de degradación y pérdida de entornos naturales y especies, para salvar del riesgo y la extinción a todo el conjunto de ecosistemas y biota que aún existen sobre la faz de la Tierra. Así de claro y así de importante es el objetivo que es necesario trazarse, en una agenda consecuente y congruente, con el presente y futuro, que se tiene que aplicar en nuestro planeta, para asegurar su sobrevivencia.
Con el fin de sumar a este respecto, el generar productos culturales dedicados a los temas señalados es una de las maneras de contribuir al mejoramiento de la vida en el planeta. Por ello, y dentro de la línea de libros de divulgación que ha desarrollado Grupo Peñoles durante la última década, ofrecemos la presente publicación de 2023 que, por primera vez, se integra dentro de un conjunto de cinco productos complementarios entre sí, que comparten la misma temática —dedicada en este año a la zona específica de La Velardeña, en Cuencamé, Durango, donde se asienta una de las unidades mineras que se integran dentro del Grupo Peñoles—. Cada uno de estos productos, sin embargo, presenta de forma diferenciada su tratamiento temático, en función de ir dirigido a un público distinto, buscando crear conciencia en todos y cada uno de los destinatarios, al impulsar, por ejemplo, la sensibilización y el conocimiento de parte de lectores en general, así como también la formación y la educación ecológica y conservacionista en niños y jóvenes, y proyectando de maneras variadas la riqueza de las formas que muestra la naturaleza y sus seres en el día a día, y para cada día.
Por lo anterior, al libro corporativo que se observa, se suman una guía del maestro para aprovecharse en las aulas de la zona atendida, un libro para el alumnado (a manera de cuadernillo de trabajo) y un póster calendario de carácter funcional pero también ornamental, dada la belleza de las imágenes que muestra, y a lo anterior se integra, además, la versión del libro corporativo en su forma interactiva, para ser difundido y leído aprovechando las tecnologías digitales que marcan la pauta en nuestros días.
Ampliar imagen:
Ver video:
Escuchar canto:
En el Grupo Peñoles existe conciencia del reto que implica ser agente motor y partícipe del desarrollo económico de México, a través de los procesos extractivos y de transformación minerúrgica que definen su labor, y, sin detener su producción, mantener los procesos y estándares más exigentes para el cuidado y la protección del medioambiente en las zonas y regiones donde lleva a cabo sus acciones. Por lo anterior, y frente a la necesidad de cumplir con su vocación cuidando a la vez a la naturaleza y la biodiversidad, Grupo Peñoles realiza numerosas acciones a todos los niveles, para integrar sus procesos dentro de una armonización general que permita que los beneficios de la actividad económica se vean reflejados en una atención tanto a las personas que integran las comunidades y poblaciones, como a los paisajes naturales, los procesos biológicos y las especies autóctonas que han logrado establecerse y existir en los ecosistemas de cada lugar, producto de millones de años de evolución.
Al proponer un desarrollo sostenido y responsable de manera integral, Grupo Peñoles apuesta por la coordinación de todos los sectores para lograr las metas económicas y las metas ecológicas por igual, sumando a estas dos aquellas metas que dan sentido a los procesos de transformación, teniendo como prioridad contribuir a la mejora en la calidad de vida de las personas, tanto de quienes viven en las regiones donde se lleva a cabo la labor extractiva y transformadora, como de aquellos seres humanos de las ciudades donde llegan los productos elaborados en las empresas de esta compañía líder en su ramo, para brindar beneficios a prácticamente toda la sociedad.
En concordancia con lo anterior, hemos generado este proyecto de difusión a través de cinco productos editoriales, y al mismo lo llamamos La naturaleza que nos rodea, apoyando el concepto con una frase que proyecta la convicción e interés de vincular a todos los sectores bajo un principio de colaboración y beneficio común a ellos: “Unidades mineras: en unidad por la naturaleza”. Y el primer paso en esta nueva ruta se concreta con estos cinco productos editoriales que dedicamos a la Unidad Minera asentada en La Velardeña, Cuencamé, Durango, y al insustituible patrimonio natural que existe en dicha zona del norte de nuestro país.
Pp. 10-11: Parvada de monjitas americanas (Himantopus mexicanus) sobre una charca. P. opuesta:
Abeja esmeralda (Pseudaugochlora graminea), importante polinizadora.
P. opuesta:
Carpintero cheje (Melanerpes aurifrons), especie habitante de Cuencamé, Dgo.
Llevar a cabo actividades económicas productivas que generen riqueza y desarrollo, al tiempo de respetar la vida en todas sus formas y el medioambiente, representa un círculo virtuoso capaz de permitirnos que, como sociedad, podamos avanzar hacia delante de manera orgánica, y visualizar tal círculo virtuoso como una rueda que nos impulse hacia el futuro, dejando atrás barreras y sobresaltos, representa una acertada metáfora y, para apoyarla, los procesos y productos que generen contenidos acordes a esta finalidad serán siempre pertinentes, sobre todo si se enfocan a tratar los temas relacionados a ámbitos específicos que no han sido atendidos anteriormente.
Al dar a conocer el patrimonio natural existente en zonas concretas, será posible tematizar tales riquezas y contribuir, con ello, a que se realicen acciones de todo tipo que permitan conservar la biodiversidad y los recursos con los que cuentan las localidades de nuestro país, y a tomar buenas decisiones a favor de la naturaleza que existe en las regiones donde se asientan tales comunidades. Conocer el patrimonio natural propio del lugar donde se radica, y “apropiarse” de él (en el sentido de sentirlo como propio por parte de quienes viven en él) asumiendo la responsabilidad que eso implica, bajo un marco de respeto y cuidado, es el camino para asegurar que haya un futuro mejor.
En unidad por la naturaleza, Grupo Peñoles mantiene sus unidades mineras al servicio de México y de todos los mexicanos.
La mariposa monarca (Danaus plexippus) al migrar recorre más de 4 mil kilómetros.
En el estado de Durango convergen cuatro ecorregiones: 1) La Región Árida y Semiárida, que se encuentra al noreste de la entidad y está formada por las llanuras y serranías del Bolsón de Mapimí que forman parte del Desierto Chihuahuense. La vegetación ahí se compone de matorrales xerófilos y algunas comunidades halófitas y gipsófilas. 2) La Región de los Valles, que comprende grandes llanuras y lomeríos de la parte central del Altiplano Mexicano. Su vegetación se conforma por pastizales en la parte norte, y matorrales de mezquite y huizache en el centro y sur de la región. 3) La Región de la Sierra, que incluye al macizo de la Sierra Madre Occidental, desde piedemonte hasta lo alto de la serranía. Su vegetación incluye bosques de pino, pino–encino, encinares, Abies y Pseudotsuga. 4) La Región de las Quebradas, la cual se ubica en el declive occidental de la Sierra Madre Occidental, en una zona muy escarpada con barrancas o quebradas. La vegetación está formada por bosques tropicales bajos y manchones de matorral espinoso, en las partes más inferiores.
Cuencamé se encuentra en la Región de los Valles, donde los principales ecosistemas son, como se ha dicho líneas atrás, pastizales y matorrales de zonas áridas y semiáridas. Aquí predominan diferentes tipos de vegetación como el matorral xerófilo, con especies representativas como el ocotillo
P. opuesta: En los matorrales del centro del Altiplano Mexicano predominan cactáceas, agaves y yucas.
P. opuesta:
De la candelilla (Euphorbia antisyphilitica) se extraen ceras para elaborar varios productos. Pp. 22-23: Paisaje típico
de Durango.
(Gochnatia hypoleuca), guajillo (Acacia berlandieri), noa (Agave gentryi), candelilla (Euphorbia antisyphilitica), lechuguilla (Agave lechuguilla), maguey (Agave spp.), sotol (Dasilyrion spp.), orégano (Lippia graveolens), gobernadora (Larrea tridentata), arbusto de hoja chica (Henricksonia spp.) y nopal rastrero (Opuntia rastrera). También cuenta con vegetación halófila y gipsófila, con especies como el quelitillo (Atriplex acanthocarpa), toboso (Hilaria mutica), zacatón (Sporobolus airoides), mezquite (Prosopis spp.), Fouquieria shrevei, Euphorbia astyla y Dicranocarpus parviflorus. Asimismo, tiene pastizales donde predominan arbustos de talla baja (Acaciella angustissima var. texensis y Calliandra eriophylla), cola de zorra (Brickellia spinulosa), zacate navajita (Bouteloua gracilis), zacate banderilla (B. curtipendula), vara dulce (Alosya gratissima), palo blanco (Forestiera spp.), huizache (Acacia constricta), chaveño (Opuntia hyptiacantha), sangre de drago (Jatropha dioica) y huizache chino (Acacia schaffneri).
El número de especies reportado para el estado de Durango —considerando los principales grupos biológicos, hongos, plantas, invertebrados y vertebrados— es de 6 830, que equivale a 15% de las especies registradas para México. Destaca la alta riqueza de plantas angiospermas y hongos. De la cifra total de riqueza de especies en el estado, 240 se encuentran enlistadas en alguna categoría de conservación.
La Región de los Valles comprende grandes llanuras y lomeríos que corren de sureste a noroeste en la parte central de la entidad, y forma parte del Altiplano Mexicano. Como se comentó antes, su vegetación corresponde a pastizales en la parte norte y a matorrales de mezquite y huizache en el centro y sur de la región. Por su buen clima y disponibilidad de agua, alberga importantes distritos agrícolas.
Ampliar imagen:
Las plantas vasculares, también conocidas como “traqueofitas” o “plantas superiores”, son los organismos más evolucionados del reino Plantae. La mayoría de las plantas terrestres son plantas vasculares. Las hierbas, arbustos y árboles que vemos por la ventanilla de un vehículo cuando hacemos recorridos por tierra a través de los diversos ecosistemas de nuestro país —desde los desérticos hasta los selváticos— son plantas vasculares, así como las que plantamos en parques y jardines, de las que obtenemos madera y fibra, y la mayoría de las que comemos.
El reino Plantae incluye, además de las plantas superiores, a un diverso conjunto de organismos que se conoce tradicionalmente como “plantas inferiores”, y que incluye a todas las algas (unicelulares y pluricelulares; verdes, rojas, pardas, etc.; de agua dulce o marina) y a las briofitas (musgos y otros organismos). Las plantas vasculares se diferencian de dichos organismos por poseer tejidos conductores de nutrientes, agua y sales, los cuales además constituyen el origen de los tejidos de soporte de los que evolucionaron las raíces y los tallos característicos de las plantas superiores.
Estas clasificaciones, basadas en relaciones evolutivas, indican la existencia de varios grupos y subgrupos naturales. Éstos se dividen en dos grupos principales:
1. Pteridofitas y plantas afines (helechos, equisetos, licopodios y hepáticas); son las más primitivas, se reproducen por medio de esporas y en conjunto no pasan de 14 mil especies conocidas.
P. opuesta:
Las flores de los toritos (Proboscidea louisianica) son polinizadas por abejas.
Ver mapa de la distribución de la vegetación en Durango.
P. opuesta:
La biznaga pezón bicolor (Thelocactus bicolor) es una de las 137 especies de cactáceas de Durango.
2. Espermatofitas o plantas con semilla; son el grupo más evolucionado y el más numeroso (270 mil especies conocidas). Se han diferenciado en gimnospermas (semilla desnuda, no contenida en un fruto) y angiospermas (con flores y semillas contenidas en un fruto).
El total de especies de gimnospermas que viven en la actualidad apenas sobrepasa las 800, entre las que destacan las Pinophytas (600 especies), también conocidas como “coníferas”, ya que las semillas están contenidas en una estructura protectora llamada “cono”. Así, la inmensa mayoría de las plantas vasculares son angiospermas, y de éstas, la mayor parte corresponde a dos grupos principales: monocotiledóneas (con un solo cotiledón) y verdaderas dicotiledóneas (con dos cotiledones).
El resto, una pequeña parte de las angiospermas, no pertenece a ninguno de estos grupos; sin embargo, se han conjuntado dentro de las dicotiledóneas. En esta situación se encuentran las ninfas (Nymphaceae), las magnolias (Magnoliaceae) y las plantas de la familia del aguacate y el laurel (Lauraceae), entre otras.
Las angiospermas o Magnoliophyta se subdividen en dos clases: Liliopsida y Magnoliopsida, que se corresponden de manera parcial con los grupos que tradicionalmente se han conocido como “monocotiledóneas” y “dicotiledóneas”, respectivamente.
La diversidad de la flora de Durango incluye 4 633 especies de plantas vasculares agrupadas en 196 familias y 1 167 géneros. Las angiospermas (Magnoliopsida y Liliopsida) son el grupo de plantas vasculares mejor representado (89% de las familias y 95% de los géneros y las especies). Los helechos y plantas similares (Pteridophyta y afines) representan menos de 9% de las familias y menos de 4% de los géneros y especies de la flora estatal, mientras que las gimnospermas (Pinophyta y afines) son el grupo con menor cantidad de especies. A reserva de los recientes cambios nomenclaturales que modifican el número de taxa, y con base en la última estimación del número de plantas vasculares para el país (23 424 especies),
Ver detalle
Ver detalle